· Los flamencos son aves silvestres protegidas por la Ley de Caza y debido al flujo migratorio el caso positivo a influenza aviar de alta patogenicidad recientemente detectado en Argentina, es de gran preocupación para la conservación de esta especie en nuestro país.
Tras la alerta levantada en Argentina por la detección de influenza aviar de alta patogenicidad H5 en flamencos silvestres en la provincia de Catamarca, El Peñón, el Servicio Agrícola y Ganadero, SAG, redobló su trabajo de vigilancia epidemiológica en las zonas altiplánicas de las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta, monitoreando las aves en humedales, salares y en los diversos campos de agua, no encontrando a la fecha aves enfermas o sospechosas al virus.
En Chile habitan tres especies de flamencos, cada una de ellas con un estatus de conservación particular. El Flamenco chileno (Phoenicopterus chilensis) se cataloga como casi amenazado, mientras que la Parina chica (Phoenicoparrus jamesi) y la Parina grande (Phoenicoparrus andinus) son consideradas como especies vulnerables.
El Director Nacional del SAG, José Guajardo Reyes, explicó “todas estas aves están protegidas por la Ley de Caza, normativa que vela por su cuidado y protección. Por ello este caso positivo a influenza aviar detectado en Argentina nos genera una considerable preocupación en nuestro país, y es por eso que nos encontramos monitoreando ésta y otras especies que cohabitan el altiplano chileno, para la detección oportuna de esta enfermedad y así poder implementar medidas preventivas”.
Temporada de migración
Durante este último periodo de primavera, el SAG se encuentra realizando un intenso trabajo de vigilancia epidemiológica en todo el territorio nacional tras el inicio de la temporada de migración de aves que ya se están trasladando desde el hemisferio norte hacia el sur, ya que esto implica la potencial alza en la circulación del virus de la influenza aviar en la avifauna silvestre de Chile, aumentando también el riesgo de enfermar de las aves de traspatio.
Tradicionalmente, el flujo migratorio de aves hacia nuestro país se inicia en el mes de septiembre, experimentando un incremento gradual en su cantidad a lo largo de los meses. Este fenómeno alcanza su punto máximo hacia finales de diciembre, cuando la presencia de estas aves migratorias es más notable. A la fecha, desde que se detectó el primer caso de influenza aviar de alta patogenicidad en 2022, el Servicio ha detectado 50 especies de aves silvestres positivas al virus.
Las aves migratorias inician a fines de verano su proceso de retorno a Norteamérica, siendo el mes de marzo el período en que muchas de ellas emprenden viaje de regreso. No obstante, algunas bandadas aún permanecen en el territorio nacional hasta fines de abril, prolongando su estancia antes de completar la travesía. Este ciclo migratorio anual refleja la dinámica natural de las aves que visitan nuestro país, marcando distintas etapas a lo largo del año.