- Según el estudio “Termómetro de la salud Mental en Chile” realizado por la ACHS y la Universidad Católica en junio de 2022, un 16% de la población presenta cuadros de depresión. Además, la estigmatización hacia las enfermedades mentales sigue siendo un obstáculo ya que muchas veces avergüenzan a quienes las padecen, impidiendo que consulten a tiempo con especialistas.
“Hay creencias erróneas sobre quienes tienen enfermedades mentales; que son débiles o no tienen voluntad para salir adelante de sus problemas. También ideas que los medicamentos generan dependencia y hacen mal al cerebro, pero todas ellas son equivocadas. Por esto la mejor herramienta es educar sobre la depresión, y para eso hay que hacer hincapié en ciertas consideraciones”, indica el doctor Mauricio Droguett, psiquiatra de Clínica Las Condes.
Algo importante es entender la diferencia entre lo que son las emociones y el ánimo. Las emociones son como las olas, es decir, van y vienen, y el ánimo, el mar. Cuando persiste la tristeza, desgano y hay alteraciones en la conducta de alguien, cansancio o agotamiento de forma permanente, más allá de 4 a 6 semanas, podríamos estar frente a un cuadro depresivo pues el ánimo no está bien.
Además, indica que para esto es fundamental realizar un diagnóstico clínico a través de una entrevista llevada a cabo por un especialista que analice la historia que reporta el paciente y su familia. “No todas las depresiones son iguales, hay varios elementos que determinan una de otra. Dentro de los factores de riesgo uno de ellos es el género, las mujeres doblan a hombres en depresión. Y siempre hay mayor prevalencia en población adulta, entre 25 a 64 años”, explica.
Las más comunes son:
- Depresión mayor: se reconocen factores determinantes y específicos de vivencias cotidianas como, por ejemplo: la pérdida de un trabajo, dificultades conyugales, problemas de salud, fallecimiento de seres queridos. Experiencias infantiles adversas como abusos, disfunciones familiares, separación de padres, entre otros.
- Depresión endógena: se debe a componentes biológicos, donde la más común es la bipolaridad que consta de episodios normales alternados con episodios de depresión que duran varios días o semanas.
El especialista hace especial énfasis en la importancia de tratar siempre las depresiones adecuadamente con terapia y medicamentos acordes, “no podemos determinar la gravedad o hasta dónde llegará la severidad del cuadro. La depresión puede ser una enfermedad mortal en casos más graves, donde aparecen ideas e intentos suicidas”.
Consejos que ayudan a la salud mental y son complementarias en tratamientos
- Deporte: hay evidencia científica que la actividad física disminuye el estrés. Crea sustancias que generan la capacidad de placer y disfrute. Por lo menos, debe realizarse tres veces a la semana.
- Vida al aire libre: la depresión es más frecuente en ciudades. Tener mayor contacto con la naturaleza beneficia la salud mental.
- Alimentación variada y amplia: comer todo tipo de carnes, variedad de verduras, frutas, y legumbres. Aquellas dietas que son carentes en vitaminas afectan al funcionamiento del cerebro. Además, es muy importante mantener horarios, es dañino saltarse comidas porque necesitamos tiempos que determinen un funcionamiento estable a nuestro cerebro.
- Generar y mantener lazos: con amigos, realizar actividades altruistas o para el desarrollo espiritual ya que aportan en la calidad de vida y el desarrollo interno.
Finalmente, el Dr. Droguett aconseja “buscar actividades que nos permitan pasarlo bien, tener la conciencia de que estamos disfrutando la vida ayuda a la protección de la salud mental. Cotidianamente dediquemos tiempo a ellas”.